Tarde o temprano, aprendes algunas cosas de la vida que, desde hace mucho, eran esquivas al entendimiento.
Pasas de llorar por corazones rotos a llorar por sueños rotos, caminas de una forma distinta, miras el reloj, cada tanto te importa menos el tiempo, solo disfrutas poder vivir, andar y ver el cielo sin ningún remordimiento, lees el diario, no aplaudes las malas noticias, tampoco revisas los deportes, haces el crucigrama y luego te preguntas: "¿será que vale la pena éste periodismo?", regalas lo que tienes, y solo te llenas de sonrisas, entonces te ponés una camisa del ché, después de eso te llaman comunista, le escribes una carta a aquella chica, la llamas, te sientes enamorado y luego recuerdas que el amor a primera vista, solo es para los tontos que no saben ver con el corazón, te vas a la iglesia, te arrodillas y pides perdón, le dices a Dios: "¿Ajá y tu cuando te vas a disculpar?", comienzas a pensar en las veces que quisiste morir, te imaginas como sería el mundo si hubieras muerto, a partir de ahí, te das cuenta que hay que luchar, porque vale la pena ser recordado, partes la alcancía, vacías el marrano, llamas a Richie Ray, te vas pa Puerto Rico, bailar es lo único que te queda aunque se rían porque eres cachaco, das las gracias a quien te dijo que no, dudas de quien te dijo que si, entiendes que después de un tiempo, odiamos nuestras decisiones, incluso nuestro propio reflejo y todo por los modelos de revista, cantas las canciones desafinado, te sientes acabado, pero cantas y cantas, cantas y no lloras, porque así se alegran los corazones, sino preguntale a cielito lindo.
- Autor: Ricardo Ventura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2019 a las 16:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
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