Era tu mano,
que buscaba la luna,
junto a mi mano.
Eran tus dedos,
que tomaban la copa,
de vino y miel.
Eran tus ojos,
que miraban mis ojos,
bajo la luna.
Al ver tus letras
sentí un escalofrío
profundamente.
Aquel papel
me trajo en mil segundos,
unos recuerdos.
Te vi cercana,
hablando, como siempre,
ante mis ojos.
Diez primaveras
vinieron a mi lado
con rapidez.
Y tú con ellas,
volviste en un instante,
con margaritas.
Llegó tu risa,
tu voz y tu silencio,
¡llegaste tú!
Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2019 a las 07:39
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Alexandra L, Yamila Valenzuela, mariapdfoxa
Comentarios1
Hoy pase por tu portal a leerte y me alegra hacerlo saludo y abrazo fraternal te envío de mi país Ecuador
Gracias Mauro.
Un saludo desde España.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.