Amad bien cuerdos

Airin

En antiguos pensamientos

lo que solo subía era:

“Ve a Melibea y dile cuentos,

aunque ella no los quiera”.

Con no provocar tormentos

hice que de mí no huyera.

Imitar a Hero quiero,

la luz no apagues o muero.

La muerte ya está aquí, más viva nunca estuve.

Enamorada estaba, y sin suelo anduve.

Rogué a mi Diosa madre, y su ayuda obtuve.

“Fortuna en el amor”, ese deseo tuve.

En la vida hay gran belleza,

raro es lo que te supera.

No hay Dios que no te reza,

alma que no te quïera.

Nada de esta cabeza

desea que con otro yaciera.

Orfeo miró a su amada,

¿dónde puedes ser mirada?

Experta fue, sin duda, la vieja Celestina.

Rogó al diablo Plutón, del infierno era reina.

Odio hubiera habido, si tú, como gallina,

juras en Casablanca: “Te olvidé, parisina”.

Amanece otro día, 

si la muerte bien supiera…

Ya llegan a la abadía

nueve, ayudar debiera.

¿Soy ciego o mi ojo mentía?

Por mi Diosa, es ella entera.

Intuyo que, mi Julieta,

rayó con daga su teta.

Oteando la abadía nunca imaginé

mucho lloro cuando a Calisto miré.

Ya mi dulce dolor al pasado entregué.

Prometo amarte, tu leal Ginebra seré.

 

Obra como esta no hay

en mis recuerdos

mejor para enseñar:

“Amad bien cuerdos”

 

  • Autor: Airin (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de noviembre de 2019 a las 16:22
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 43
  • Usuarios favoritos de este poema: neosan, Beaferjar
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.