Poesía larga para un pequeño aniversario

Año uno

Palabra a palabra
Se hace una oración
Como aquella emancipada
En medio del dolor
A costa de un suicidio
O un llanto sin rencor.

Y tu mirada,
Esa tierna y absurda sinfonía
Combinación de melancolías
Fue capaz de ponerme
Los demonios de rodillas
Sentarlos en el banquillo de acusados
Y que ellos te rindieran pleitesía.

Desde que estás
Porque estás
Porque si
Porque es
Porque debe
Porque querés
Porque disfrazás
De amor
Todos mis temores.

Mis aromas
Se disipan
En medio
De los tuyos
Mis besos son opacos
Ante la presencia de tus senos
Todo es tan distinto
Porque si
Porque estás
Porque amás
Porque respirás
Cerca de mis labios
Todo el alfabeto
En árabe
O en italiano
Y en mi mano
Cenás todos los días
Mis hallazgos
Cuán si fuese una hostia yo
Y no un ser humano.

Porque si
Porque se debe
Porque es tan hermoso
Amanecer juntos
Esperando abril siendo apenas enero.

Porque es
Porque estás
Como preposición
Invariable
Ante la soledad
Que no nos define
Aquella soledad
Que no cabe entre nosotros
No nos exprime.

Letra a letra
Se construye una poesía
Una poesía que habla de tus ojos
De tus manos
Invencibles como bandada
Irrompibles cómo cardúmenes.

Porque sos
Porque estás
Porque si
Presente en cada filosofía
En cada momento
Que la luna se apaga
Y nace el sol
En cada piedra
Que el mar exime.

Porque si
Porque soy
Cualquier cosa menos humilde
Cuando siento
El poder
Que tenés en los senos
En tus abrazos
En tu vida
En tu cabello
Todo para mí
Todo ante mi
Ante mis ojos
Ante mi vida
Ante mi párpado
Ante mi cicatriz
Que ya no duele
Esa cicatriz
Que solo vos conocés.

Esta definición de amor
No es la clásica
Es una afrenta de suburbios
Y graffitis
De llantos
E ironías
Confusos entre tinieblas
Hasta que vos
Porque si
Porque estás
Porque sos
Únicamente mía
Para mis oídos
Para mi lengua
Cambia todo
Mi paladar
Y mis absurdos
Tu saliva en mis inviernos.

Debería ser esto
Un naipe de la suerte
Un as bajo la manga
Un acto de magia
Un recordado privilegio
Pero es más que eso:
Es amor.

Año dos

Cuento los días
Las nubes
Como contar granos de arena,
El mar que los humedece
Y su espuma
Me recuerdan
Todo lo que he vívido;
A tu lado
Entre nosotros
Por vos
Con vos
Contra todos
Contra los pronósticos
De subsidios
De viviendas
Y de males,
Porque has estado aquí
Pintando de azul
Todos mis sueños
Y de blanco los coloquios
De nuestras raíces.

Y nuestras raíces
Tierra fértil
Caldo de cultivo
De las cuales nacerán
Los herederos
De este planeta
El tercero y no exclusivo,
Porque sería egoísta
Pensar que solo vos y yo
Existimos,
Resistimos
Exigimos amor,
Pero amor
Como el de nosotros
Porque si
Porque es
Porque quiere
Solo uno se ha parido.

Y con tu amor
Ese amor transfronterizo
Epidérmico y subjetivo
Que cargás en tus hombros
Sos capaz
Porque si
Porque se debe
Porque querés
De imitar el ruido de la vida
De los árboles
Del rocío
Que se impregna
Entre mis días.

Es por vos
Para vos
Y entre los dos,
Que solo nos amamos
Entre luces
Y cielos amarantos,
Que la ciudad canta
Y se desviste
Como quien deshonra al mundo
Y sus poesías
Como quien desgrana
La melancolía
Y la hace perderse
Entre sus ruidos.

Por vos
Sin más detalle
Sin más prisa
Mi alma sobrevive
Mi alma ya no llora
Por vos
Gracias a vos
Y por vos
Que de cuclillas
Arrancás de mi piel
Por y para siempre
Todo presagio
De aquella costilla.

En esta orilla
Precursora de mis Iglesias
De mis canciones
De las únicas seis letras
De mi abecedario
Que nadie ha digerido
Yo me ahogo
Renazco
Y me intuyo siempre vivo
Porque por vos
Porque para vos
Porque ante vos
Hago un juramento
Sin mayor ánimo de correspondencia
Que un beso en mi consciencia.

En la quiralidad
De mis lamentos
Confieso
Que he amado antes
Al sol y sus secuaces
Hambrientos y desatados
Coronados de adviento
Los he vivido
Fumado
Enajenado
Como fuegos fatuos
En medio de una guerra
Pero jamás
Por vos
Para vos
Yo lo prometo
Los hube amado
Como yo lo hecho en vos
En estas setecientas treinta
Palabras de amor
Una por cada día
De nuestro aniversario.