Atrás quedo la niña inocente,
mi pequeña angelita inquieta, mi sangre sagrada,
mi fortaleza, la dueña de todo mi cariño,
mi compañera de graciosas travesuras
y grandes aventuras,
aquella que me cubría de besos,
la que me apretaba fuerte cuando sentía miedo,
la fascinadora de todos mis momentos
mi cielo de estrellado, mi gran firmamento.
Extrañare a mi angelita inquieta,
y antes de que se valla, le daré el último beso,
para que guarde como herencia
junto a todos sus recuerdos.
Fuiste por mucho tiempo el ángel guardián
en la vida de tu viejo,
ya se ha convertido en mujer, y yo no quise verlo,
ese lugar vacio, que dejo aquí en la casa
nadie lo llenara eso se los prometo,
sus huellas quedaran en el corazón de este viejo.
Con todo mi amor para mi hija Paula
- Autor: Gustavo Gerez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2019 a las 09:15
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: ADANS BECMAN, MANZANILLA, Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
Comentarios3
Bello, amoroso y tierno poema de un padre a su hija, " sus huellas quedaran en el corazón de este viejo"
¡ conmovedor ! ...Mi mas honda felicitación...Saludos.
Lo mismo digo yo, lindo poema, hasta se escuchan en el , los latidos del corazón...Saludos cordiales.
Amor y sentimiento!
En saludito!
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