Al llegar el invierno
deja atrás el pasado
y se vive el presente
con recuerdos lejanos,
son pequeñas gaviotas
por el alma vagando,
y dejando a sus alas
lo que dictan los pasos,
ese ahora constante
del reloj y los cuartos
que se vive al segundo
sin parar el relato,
y no somos conscientes
del presente en que estamos,
y volvemos los ojos
a ese tiempo de antaño...
Cuando llega el invierno
se estremecen los álamos,
y los robles se encojen
por la nieve y los años,
esta cerca la hora
en que acabe el relato
y los pechos lo intuyen
con los besos helados,
ya quisieran algunos
sortear los pantanos
y seguir el camino
aunque fuera descalzos,
y es que el alma percibe
la quietud de los páramos,
y el silencio del cielo
mientras manda sus manos...
"...Cuando viene el rocío
y el invierno callado,
yo me aferro a tu nombre
y preciso tus labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2019 a las 08:10
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Aqua Marina
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