Todo empezó con un mal beso,
Con una mirada, con dos vasos.
Todo empezó sin previo aviso,
Sin apenas entrada, sin pedir permiso.
Empezamos a pedirnos perdón,
por no habernos pedido un respiro,
y empezamos a sacar el aguijón,
Sin apenas escuchar el zumbido.
Entonces empecé a quedarme sordo,
Harto de sollozos y gritos.
Y empecé a comprender la soledad del monstruo,
Que llorando asusta sin ser comprendido.
Empezaste a pensarme bebiendo otros besos,
Y empezaste a ver visos de lo que no estaba haciendo,
Mientras yo acariciaba otros vasos,
y besaba a frías rubias que vendían su amor por un euro.
Y empezaron los adioses, los "dónde estás", los "voy luego",
El malestar tras malas poses, la verdad y los "no puedo".
Y empezaron las limpiezas de aquel fondo de trastero,
con el consumo inevitable de lo que un día pudo ser fuego.
- Autor: M. RODRÍGUEZ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2019 a las 21:06
- Categoría: Triste
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: neosan, Ma. Gloria Carreón Zapata.
Comentarios2
Lindo y entorpecedor sentimiento felicidades
¡Muchas gracias!
Tan bonito como triste poema. Muy bueno
La belleza de lo mustio. ¡Gracias!
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