Dicen que la distancia es el olvido,
pero en nuestro caso dista mucho de ser así;
para nosotros la distancia es el recuerdo enardecido.
Créeme, mi cielo, cuando te lo digo; no es baladí.
La distancia que nos separa es el más poderoso elixir,
pues incrementa sustancialmente el deseo
ante la promesa de un próximo encuentro;
volver a vernos será como volver a vivir.
La distancia, aunque dolorosa,
también puede ser tierna y jugosa.
Es como una planta feraz que, si la riegas,
siempre te entrega frutas serondas.
La espera azuza los deseos
tanto como aguijonea la imaginación,
así que piensa, amor, en el deleite de nuestros besos
cuando por fin mordamos el fruto de nuestra pasión.
La lluvia limpiará las calles,
el sol quemará los campos de trigo
–vastas extensiones de amarillo–,
el viento acariciará las hojas de los abedules
–ondulando la helicoidal del zarcillo–
y yo, mientras tanto, descansaré sobre tu ombligo,
en una espera esperanzada de ilusiones.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
- Autor: Faetón (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de febrero de 2009 a las 08:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 315
- Usuarios favoritos de este poema: Antonia Ceada Acevedo, Lena
Comentarios4
Precioso!...habrá algo mejor y más preciado que las odas de amores!.
Bellisimo, sobre todo la última estrofa y el final que le diste, me ha encantado... Te dejo un abrazo.
NI QUE DECIR TIENE QUE ERES UN POETA DE PIES A CABEZA.
HAS CLAVADO EL TEMA.
FELICIDADES
Con este poema sobre la distancia, has plantado una bandera que musita:
"El amor no es sólo un sentimiento, es también arte"(Honoré de Balzac)
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