Yo diría, que más allá del día, de la noche, del alba, del crepúsculo nocturnal con su irrebatible bullicio, yace un ángel dormido, el ángel de la soledad.
¡Sea hecha la vida de sus sacros pétalos!
Como la sangre al cuerpo
Como el aire a los pulmones
Como la leña al fuego
En su sentir, vivifica el silencio y la palabra. El alma dirige la mirada al firmamento, y el corazón da vida al intelecto.
Es ella la gestora de mis letras y autora intelectual de mis ensoñaciones. Pescadora inconfundible de versos y aleluya, y al unísono, retazos de melancolía, que al revestir mi existencia, desgaja en agonía.
¿¡Qué hay de la vida sin ella!? No la soporto, ni siquiera la imagino. El bullicio entorpece el espíritu y cierra el tímpano de la inteligencia.
Aún la suave gota que sobre el alero cae, destempla la paz del silencio. ¡Templo beatífico de la soledad bendita!
* Imagen del muro de Islam Gamal.
Luz Marina Méndez Carrillo/08082019/Derechos de autor reservado
- Autor: VITRALES DEL ALMA ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2019 a las 21:38
- Categoría: Triste
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Fernando?, Zapalandia
Comentarios3
Hermosa tu prosa poética, Luz Marina, cariños
Lucy gracias por tus palabras. Me alegra que te guste. Saludos
Bajo el alero contemplas el mundo y la gota de agua te recuerda que la sangre de la tierra fluye y que esa es la vida, que volverá mañana, precioso poema el tuyo
argantonio, gracias por tu visita y valoración. Saludos.
Como la sangre al cuerpo
En su sentir, vivifica el silencio
El bullicio entorpece el espíritu
destempla la paz del silencio.
Sencillamente hermoso mi reina con cariño
JAVIER
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