Una lápida fría
ha tocado mi mano,
te encontrabas tras ella
con tu nombre borrado,
y allí, dulce, dormías
desde ya hace dos años,
y los meses avanzan
y con ellos nos vamos,
regresamos al polvo
del que fuimos formados,
a la tierra sin nombre
donde abundan los cardos,
es posible que un día
nos crucemos cansados,
y se miren los ojos
ya sin luz, muy opacos...
Una oscura mañana,
me acerqué, sin pensarlo,
para ver si dormían
los recuerdos de antaño,
y observé las palabras
y silencios labrados,
a lo largo del tiempo
que dejaron tus labios,
y volvieron las risas
con reproches y llantos,
y temblaron las rosas
con el canto del gallo,
es posible que el alba
se despierte en un rato
y la luz que nos deje
nos alumbre sin daño...
"...Una lápida fría,
trae recuerdos dorados,
y hasta veo tus ojos
tan hermosos y claros,
y te digo "te quiero",
y hasta sigo tus pasos,
más allá de las nubes,
por el cielo tan claro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 29 de noviembre de 2019 a las 08:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: yoel alejandro, Lualpri
Comentarios1
MU y bueno
Gracias AdViHeBOM
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