Recuentos

Pensamiento

A pocas cosas les he de dar un significado.
Tangibles, no tangibles, taumatológicas,
no-dóciles, espesas en voluminosa consciencia.
Es decir, que si me aparecen en la garganta,
han de brotar míticamente: Más que palabras.

Descubrimiento

Que ella,
sí, ella, en su claridad autosuficiente,
parece… todos los días escapar,
del frente frente, de los cascos de toda nave,
más que su indomabilidad, la pulcritud de su noche.
Un destello más allá del cálculo equivocado de existir:
Aquí y ahora, no allá y después, o antes.
Digamos su infame omnisciencia,
casi mentirosa, un dolor en el aullido de mis caninos.


Aparición

Pero ciertas probabilidades
de una aguja picando los ojos
corrosivamente.
Así la piel en su metamorfosis,
en un suspiro de poros y bella sarna.
Una costra de abrasivo ensueño,
alegórica patria, naturaleza del signo,
derivada de la presión marina de mi fosa común,
una canción destinada a bautizar los oídos
con esa electricidad ya no humana,
onírica y consistente.

Derivados

Los soldados, contándose, solitarios,
uno más uno menos, su silencio.
Silencio de boca que dice: “Pasión”.
Con orgullo sin orgullo,
los nervios, ya dichos ya muertos en la cabeza,
volando frenéticos conejos.
Esa explosión de todos los días
en el sistema solar:
Todo lo demonizado por el hombre
común llevado al límite.
Súcubo del nombre,
del verso.
La sangre invisible que se vacía,
en cada cuerpo.
Todo ese ejercito muerto,
disuelto en la corporeidad de un solo ser.
Volátil vida, cuentocuencia.

Resolución y cadencia

No yo solo,
el múltiplo de mí.
El inexistente,
Sin Cronos sin tierra firme,
un eje sobre mi eje: y puntos ciegos.
No, solo yo, la obsesión silente,
la cortadura de mi emisario.
Obtuso genio,  aparente.
El consecuencia.
Amante del solo tú.
No solo tú: Totalidad.