En el andar del destino abrimos horizontes que provienen de los aprendizajes que nos permiten volar los senderos de la verdad y de la identidad. En ese decurso aprendí a reencontrarme y correr hasta lograr la meta trazada.
Aprendí que amor excelso es la madre que da el natalicio de la libertad. Aprendí que la vida es única para afrontarla con quietud hasta el final.
Aprendí que el amor es la estrella que ilumina el camino que transitamos con afán
Aprendí que podemos fallar, pero que lo importante es arrepentirse y rectificar.
Aprendí que el perdón es la mejor manera de colmar de amor el alma del ser humano.
Aprendí que la familia es la zona de confort, donde damos lo mejor del ser humano.
Aprendí que Dios debe presidir los actos cotidianos y trascendentes de la vida. Aprendí a aprender nuevas realidades que me elevaron hasta el cielo.
- Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2019 a las 20:26
- Comentario del autor sobre el poema: La vida es un constante aprendizaje, que se enaltece con amor, libertad y paz, en un plano familiar, social e histórico.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios, Hugo Emilio Ocanto, Aqua Marina
Comentarios2
Totalmente de acuerdo con sus sentidas letras, poeta.
Placer leer.
Mi saludo, mi amistad.
Hugo Emilio.
Cierto! comparto rus letras.
Buen dia!
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