Entraste en mi vida
de manera distraída,
por el sendero vedado
a tontos descuidados.
No pediste permiso,
no tocaste la aldaba,
te atrajo la luz de la rendija
que abrió el paso.
Al principio no hablaste,
tus ojos me miraban,
rompiste el mutismo,
dulce voz tan delicada.
El permiso del abrazo
lo dio mi mirada,
me diste tu calor,
ensoñación deseada.
La llegada a mi boca
Fue un encuentro casual,
el camino del suspiro
te la hizo rozar.
De allí en la rendija,
de manera distraída,
asoma tu alma clara,
invitación a tu vida,
por el sendero vedado
a tontos descuidados.
A.B.A. 2016 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires-Argentina
- Autor: Amalia Beatriz Arzac ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2019 a las 17:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: YA SABES QUIEN, Lualpri
Comentarios1
Muy bueno
un ver, un devenir y la duda
Un gusto leerte amiga.
Gracias por la lectura y tu comentario. Un abrazo en las letras
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