La primavera,
con toda su alegría,
queda muy lejos.
Pero el otoño,
se vive intensamente
cuando se ama.
Dos estaciones
preciosas y muy bellas
por su color.
En el café
juntamos las dos manos,
que calentaron.
En unas tazas
la leche y nescafé
se entremezclaron.
Y nuestros labios
ansiosos y envidiosos
también lo hicieron.
Llegó la noche
cerrando las ventanas
de aquella tarde.
Y anocheció
en medio del silencio
y las sonrisas.
Hubo un suspiro,
dos voces susurrando.
¡Prendió la flor!
Rafael Sánchez Ortega ©
04/11/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de diciembre de 2019 a las 15:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Lualpri, Yamila Valenzuela
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.