El poeta lloraba, desdichado.
LIoraba por su musa, a llanto suelto.
En su angustia perdió su andar esbelto;
al poeta la cruel musa ha dejado.
Andando todavía en ese estado
el amor por su musa fue disuelto,
su tormento amoroso fue resuelto;
de su musa el recuerdo fue olvidado.
Recupera el poeta la cordura
y escapa de ese fatuo desatino
de adorar sin medida y con locura.
Ya el poeta no pierde su camino,
sus letras son plasmadas sin mesura;
escribir poesía es su destino.
- Autor: Elmer E. Molina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2019 a las 14:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 58
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