La casa vacía
mostraba abandono,
el tiempo, los años,
también el otoño,
y todo en un ciclo
de estampas y cromos,
de juegos y luces,
canicas y bolos,
y afuera, en el cole,
sonaban nerviosos
los cantos de niños
que ensayan a fondo;
dejaron las casas,
mochilas al hombro,
cargadas de libros
que asustan un poco...
Las cuatro paredes
guardaban el polvo,
y en ellas silencios
con risas y lloros,
allí se quedaron
promesas y fotos
buscando momentos
de instantes y gozos,
cocinas vacías
salones sin globos
y el fuego apagado
por falta de troncos,
y luego el silencio
profundo y tan ronco
carente de pasos
de vida y de escombros...
"...La casa vacía
no tiene recodos,
lo sé, la preciso,
es casa de otros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2019 a las 09:13
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Lualpri
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