Afuera Llueve
Escucho el rugir del viento
trayendo el quejido plañero
de los álamos del río.
Luces fulgurantes iluminan
la noche dándole una
impronta de radiografía,
mostrando a los ojos
paisajes fugaces e irrepetidos.
Primero la calma...
luego el destello y
el ensordecedor presagio
de la cruel tormenta
de una noche lenta .
En mi cama encuentro
abrazo y abrigo...
un manso reposo de penas y olvido.
Detrás de mi puerta,
tras la indiferencia hostil del clima,
un viejo, una niña y un mendigo
se abrazan a cartones
de un húmedo destino.
Buscando un reposo imposible
de sordera y olvidos.
¿Quién puede elegir ese destino?
Las determinaciones de
otros son la propia causa.
Indiferencia de muchos
que nunca mojaron sus plantas
viviendo destinos casuales
donde no determinaron nada.
Y yo...
con el vaso de leche,
sólo miento sosiego a mi alma.
A.B.A. 2017 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires - Argentina
- Autor: Amalia Beatriz Arzac ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2019 a las 22:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Lualpri, migreriana, Anton C. Faya, rosi12
Comentarios4
n mi cama encuentro
Abrazo y abrigo...
Un manso reposo de penas y olvido.
Detrás de mi puerta,
Tras la indiferencia hostil
Del clima un viejo, una niña y
Un mendigo se abrazan a
Cartones de un húmedo destino.
Buscando un reposo imposible
De sordera y olvidos.
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CUANTO QUISIÉRAMOS IGUALDAD PARA TODOS A VECES NO ENTENDEMOS PORQUE YO TENGO Y AQUEL NO TIENE , DEMOS A OTRO Y OTRO A OTRO Y ASÍ LOGRAREMOS VER CARAS FELICES. ABRAZOS POETA
Alicia Perez Hernandez, es así, se trata de nacer con estrella o estrellado. Pero siempre algo se puede hacer
Muy bien, pibuca. Me gusta
Gracias Maestro
Y yo... con el vaso de leche,
solo miento sosiego a mi alma.
Versos de hondo sentir humano. FELICITACIONES Amalia.
Gracias Dalthom, un abrazo en las letras
A menudo, tras los ojos de una ventana segura y la niebla dulce de una bebida caliente, la consciencia mide los temporales crudos de la naturaleza, efectos ciertos de una causa incierta, cuando sacuden de inhumanidad los desposeídos en algún lugar. Y nos cubre una esquinita del manto de culpa. Bello poema, Amalia. Saludos.
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