Cada día sale el sol
y se posa en la ventana,
aunque sea solamente
con reflejos, desde alba,
y ese sol es el vecino,
el amigo que nos llama,
es la luz del nuevo día
con destellos y esperanzas
y así damos nuevos pasos
al salir desde la cama
con los piernas vacilantes
y apartando las legañas,
y buscamos la cocina,
el café con las tostadas,
y un buen vaso, con el zumo,
que nos dejan las naranjas...
Mientras tanto, en la alameda,
unas aves se levantan
y despiertan los jardines
cuando saltan por las ramas,
en sus picos amanecen
las sonrisas que desgranan
en eternas sinfonías
de una música sagrada,
luego van a los tejados
a mirar en la distancia,
intentando descubrir
la pareja que les falta,
el jilguero variopinto,
el gorrión de porcelana,
la paloma mensajera
y hasta el mirlo con bufanda...
"...Cada día sale el sol
para el hombre y su esperanza,
despertando golondrinas
en su pecho y en su alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/11/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2019 a las 12:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Lualpri
Comentarios1
Amén! Cada día sale el sol y calienta las almas.
Hermoso poema.
Apapacho mi querido Rafael.
Gracias Yamila.
Un abrazo.
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