Sola, en la noche,
la luna por la playa
se paseaba.
Sola y despierta
miraba la gaviota
al horizonte.
Sola, la arena,
de noche se bañaba
con la resaca.
Gime muy fuerte
el viento enloquecido
del temporal.
Chillan los pinos,
también los eucaliptos,
malhumorados.
Y grita el alma
con llanto silencioso
y con dolor.
Besos y rosas,
decía aquel cuaderno
que tú leías.
Y te besé,
dejando entre tus labios
algunas rosas.
Tomé el cuaderno,
estaba con tus rosas
y con mis versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2019 a las 08:23
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana, José López Moreno., Yamila Valenzuela
Comentarios1
Te felicito no es fácil describir el amor cuando hace frío en la soledad del gentío. saludos
Gracias argantonio.
Un saludo.
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