Ya no le canta el sol a la mañana ni la brisa juega regalando caricias a la piel, desde lo alto los ángeles lloran lágrimas de sal sobre su mirar café.
Ya sólo el invierno piensa en mí abrazándome con manto oscuro, el bosque se quedó vacío de palabras cálidas, no le habita un espíritu travieso se fue, con sus zapatos de lluvia serena al apagarse su latido dejando huellas de luz y amor, a contemplar la geometría del cielo.
21-12-2019
- Autor: AZULNOCHE (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2019 a las 16:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, José López Moreno., Carlos Eduardo, Yamila Valenzuela, Hugo Emilio Ocanto
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