REDENCIÓN
La clemencia no construye, llega tarde y vertical.
Si la pides es que sufres, por haber obrado mal.
Avergonzado pides condena. Crees que así lo enmendarás.
Tan ingenuo como necio. Ni siquiera aprenderás.
Te arrepientes y repites. No dominas tu voluntad.
Ella ciega y tu famélico. No estés triste, además.
Un consejo llega tarde y desde lejos
sólo es rumbo, nada mas:
"Construye en la nada tus valores, no lo hagas en necesidad"
¿Como logro todo esto?
¿Como hago sin hacer?
Llevas tiempo en penitencia. Ahora debes trascender.
Obsérvate la mente. No la juzgues, hay que ver. Saca todo con la súplica.
¡Pide fuerte sin ceder!
No te agites
El lodo es denso y tienes mucho que sacar. Esos fangos son veneno y te hacen enfermar.
Tienes pala y tienes tiempo ¿aún dudas a empezar?
En sus profundidades hay tesoros, los de toda la humanidad.
¡Pide alto!
¡Pide fuerte!
Escribe tus oraciones con toda tu voluntad.
¡Elévate hacia las alturas con tus súplicas!
Ríndete a lo supremo, acércate a la divinidad.
Solo si tu petición es sincera y en la nada, integraras en ti la libertad.
- Autor: Memento (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2019 a las 06:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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