Hay caricias y besos
que no saben a nada,
aunque a veces se busquen
por angostas cañadas,
y es que acuden las manos
con las grietas que sangran
a los labios curtidos
que mendigan migajas
y los niños que esperan,
con sus ojos de plata,
la mirada inocente
que no sabe de faltas,
y los besos se ahogan
entre el pecho y garganta
de los padres que entregan
lo que sienten sus almas...
Otros besos, en cambio,
amanecen al alba,
regalando caricias
al durmiente en la cama,
y esos besos velados,
(la caricia que encarnan),
tienen rayos de luna
y rumor de resacas,
son susurros velados
de las olas en calma,
y suspiros del viento
con murmullos de hadas,
es el fuego extendido
que produce la magia,
y el fervor de los cuentos
de mil noches doradas...
"...Hay caricias y besos
que palpitan y claman,
por surgir a la vida
y saciarse en sus llamas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2019 a las 07:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Yamila Valenzuela, javier Juarez 🍷
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