Miramos

Algunos miramos al sur,
inequívocamente,
pensando al sur, sobre el sur.
De pronto uno piensa,
si, por si acaso, en el norte,
aquellos miran arriba y no abajo.
¡Pero que absurdo!
el mundo se repite siempre,
llegamos al mismo cráter,
embriagados y cegados silenciosamente,
sistemáticamente invertebrados.
Luego llega el universo,
pero nadie sabe nuestra posición,
aunado a eso hay tanta oscuridad.
Que quizá entre tanta ceguera
es insuperable el negro de nuestra incapacidad.
Aquellos ojos que se atan al viento,
yendo al diafragma del mundo,
a los sueños de otro.
De pronto nada da más miedo que el silencio,
patológico inframundo,
frio de salir del mundo y toparse sin oxígeno,
súbitamente mirando hacia el sur,
de la vida,
al entierro de las palabras,
al desentierro de los dolores.
A nada en concreto,
pero al sur y al norte,
la vida dura lo mismo.