SUELTA CAMINA Y OLVIDA DE ALGUNA MANERA

EL QUETZAL EN VUELO



Que fácil resulta para ti, tomar un estribillo de una canción y lanzarlo como carta de olvido en una despedida no esperada. Que fácil resulta  arrancarme los labios y pedirme un beso de despedida, cuando la noche oscura está destrozando todas mis alegrías y acentuando el dolor.

 

No me gusta adueñarme de otros sueños nada más porque nacieron en mi almohada, ni  estacionarme y perder mi condición de caminante, porque hay una banca solitaria y una tarde hermosa en primavera;

Tampoco sé olvidar y menos perdonar, mi vida es como la conociste.

 

Sí, de alguna manera debo dar vuelta a la hoja, tirar el cuaderno o solo arrancar la hoja de tachones y borrones donde están hechos todos mis poemas. De soltar y caminar está hecha mi antología. Sin embargo, de alguna manera, te ofrecí el mejor espacio de mis hojas sin escribir.

 

Pero como lo vas a entender si solo viajas de hoja en hoja y tu pluma no es la que  escribe todos tus sentimientos, pues solo tomas trozos de canciones compartidas para sellar la noche y dedicas un estribillo de ellas como epitafio de una noche de pasión que confundes con amor.

 

El amor de una noche solo existe en el fondo de una copa, en la necesidad de compañía; como remo de una barca que atraviesa por aguas muy convulsionadas y nos salva de caer de picada por el desfiladero del abandono que se viste de tragedia las madrugadas.

 

Buscar, amar, encontrar, tres tristes pasos del inicio de una noche, del comienzo de una ilusión. En sus primeros momentos se alimenta de las coincidencias y se alegra con sus risas y corre por la noche, por los cauces de un rio, que inicia al destapar una botella de vino tinto.

 

 A veces la noche nos convoca a la búsqueda y en ese afán atravesamos la madrugada y por la mañana todo es felicidad y el cuerpo amanece satisfecho de las letras que cruzaron por el viejo cuaderno de pastas azules; pero eso no es amor…es solo otro tropiezo más del corazón.

 

Soy como el viejo roble del patio de la casa de mi abuela, donde todas las palomas tienen su casa.Vienen, dejan sus crías y luego se van. Cada vez llegan paloma nuevas y siempre encuentran cobijos, un lugar cálido, alimento y donde sortear la tormenta, mientras pasa el temporal.

 

Te devuelvo tu estribillo y me quedo con tu consejo, no me marcho  de larde, porque espero con un papel en mis manos, la nota de respuesta a tu canción, porque espero que pase la noche oscura y que después de la tormenta, salga el sol y secar mis ilusiones que el abandono inundo..

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO

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