Hoy en esta noche de pura tormenta,
crece la más alta ansiedad,
sueño amada mía por estar en tus brazos,
te busco desesperado y no estas a mi lado.
¡Oh amada mía!
¡¿Por qué no oyes mi llanto?!
No encuentro tu huella para ir tras de ti,
ni ángel me acompaña,
ni colibríes vuelan cerca de mí.
Sigue la tormenta y no cesa,
busco en todo mi cuarto aquellos libros
que ahora me inspiran a escribir cada verso con sangre,
hablando tan solo con el vacío que has dejado.
Grito tu nombre, sin ninguna respuesta,
solo percibiendo murmullos y sombras a mi alrededor,
siluetas de risas llenas de tristezas,
quemaban mis ojos que solo buscaban tu presencia.
Y desesperado tomo la rosa con espinas,
la aprieto y derrama la sangre que cae
sobre el manto que cubría tu cuerpo.
Camino por los pasillos sin parar,
esperando que llames para llegar hasta ti,
y cerca del balcón me arrodillo y empiezo a llamarte,
miro hacia atrás y solo están los pétalos de la rosa,
que cada pétalo es una lágrima por ti.
Todo mi ser se va desintegrando,
¡Oh amada mía, solo escúchame!
Mi alma clama tu presencia,
pero mis alas han sido cortadas,
dejándome inmóvil y agotado,
mi sol cada día se apaga,
y mi luna no alumbra mis noches,
están solo mis recuerdos,
y ahora quedan escritos en la oscuridad de mi ser.
Ya no puedo seguir retando al destino,
ni los mares, ni el viento, me dan señal de ti,
la angustia y el dolor golpean como dos martillos sedientos
de aplastar mi cuerpo, hasta no dejar nada de mí.
Nadie sabe que hay detrás de mi disfraz,
y nadie sabrá qué más,
podría pasar…
- Autor: Harley Ezel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de diciembre de 2019 a las 12:17
- Categoría: Triste
- Lecturas: 35
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