I
La muerte vino sola silenciosa,
una madre lloraba, clamorosa.
el hijo que nació de sus entrañas,
fue presa del veneno de alimañas,
tan joven lo perdieron artimañas,
los seres semejantes a pirañas.
Esa madre lloraba sin consuelo,
realidad tan negra de su cielo.
Su muerte se ha tornado misteriosa,
su madre sufre penas tan extrañas,
sus noches se han cubierto de desvelo.
II
Si muere tu pareja ya eres viudo,
pasas un mal momento duro, crudo.
Cuando meren tus padres que tristeza,
se torna tan compleja tu cabeza,
sintiendo que tu vida se tropieza,
en un mundo cubierto de aspereza.
Aunque tú te sintieras, superhombre
perder un hijo ya no tiene nombre.
Es un dolor terrible tan agudo,
no basta la más grande fortaleza,
el que una madre muera no te asombre.
III
En la tumba los gritos desgarrados,
doblaban corazones reforzados.
Un tumulto reunido se acongoja,
pasmado por la triste nota roja,
al corazón alegre lo despoja,
de sonrisas mientras sus ojos moja.
Personas de tristeza desmayaban,
lágrimas en los rostros deslizaban.
Los seres tan cercanos más amados,
mirando que la vida se deshoja,
del joven que se fue, que tanto amaban.
IV
Como sufren las madres, por sus hijos,
A veces solucionan acertijos.
Dan la vida por ellos si es preciso,
Y dios las ilumina de improviso,
tras de sus objetivos van de liso,
asumen de por vida el compromiso.
No hay reto que por ellos no superen,
en medio de puñales que las hieren.
Disfrutan dando a luz los retorcijos,
haciendo de dolores caso omiso,
desde antes de que nazcan ya los quieren.
V
Se comenta que el tiempo todo cura,
que al alma la reviste de ternura.
Un hijo permanece de por vida,
el seno de su madre nunca olvida,
gran obra por el alma definida,
la que esperó con ansias su venida.
Su imagen la visita de sorpresa,
aquel amor eterno le profesa.
Tenerlo entre sus brazos siempre augura,
tan triste la ha dejado su partida,
el hijo que se fue ya no regresa.
VI
La vida tiene que seguir fluyendo,
que esté tan confundido lo comprendo.
Una madre soporta todo embate,
a pesar que el destino la maltrate,
seguirá tan segura en el combate,
no para por sus hijos su debate.
Los hijos que tendrá que proteger,
que tiene otros olvida la mujer.
Y será lo mejor seguir viviendo,
más vale que a los otros los rescate,
la dicha pronto tiene que volver.
VII
El tiempo fue pasando, tan constante,
borrando aquel momento fulminante,
Mezclando la tristeza de alegría,
miraba que la madre sonreía,
por lo menos alguna vez al día,
con los ojos llorosos todavía.
Cesando ya su tono desgarrado,
su voz fue mejorando demasiado.
La contemplé feliz por un instante,
escuché de sus labios que decía,
seguirás en mi pecho bien guardado.
VIII
Tú serás esa fuerza que me aliente,
para ser en el mundo contundente.
Enfrentaré las penas de la vida,
dando siempre a lo malo la salida,
al futuro le doy la bienvenida.
tu fuerza ya me tiene poseída.
Aunque tanta nostalgia me domine,
y el triste sentimiento no termine.
Seré por tu recuerdo tan Valiente,
lo que fuiste en mi mundo no se olvida,
siempre serás la luz que me ilumine.
IX
Su madre ha retomado su rutina,
Ha vuelto a relucir su ropa fina.
De compras fue lujosa por las tiendas,
tratando de comprar hermosas prendas,
en busca de olvidar ya las contiendas,
caminos de dolor y turbias sendas.
Se le denota alegre su semblante,
luciendo su belleza tan galante.
Con aires de una reina ya camina,
airosa como narran las leyendas,
adorando la vida tan triunfante.
X
En su pecho reposa permanente,
por él su pecho sigue tan latente.
Feliz por su recuerdo permanece,
su aspecto cada día fortalece,
con el tiempo su vida ya florece,
su belleza también se reestablece.
Sus ojos entre sueños siempre mira.
después cuando despierta le suspira.
Su recuerdo es eterno simplemente,
el amor que le tiene siempre crece,
su vida en recordarlo siempre gira.
XI
Aquel amor perdido no se olvida,
la joya más valiosa de su vida.
El mundo en su camino más se afianza,
el tiempo no se para siempre avanza,
constante con los ritmos de su danza,
nos deja sus rutinas de enseñanza.
Vendrán para la vida noches frías,
se seguirá luchando tantos días.
Un hijo que es la joya más querida,
ayudará en los lapsos de bonanza,
cubriendo los senderos de alegrías.
- Autor: Pedro Ruiz Lopez ( Offline)
- Publicado: 28 de diciembre de 2019 a las 02:38
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema lo realice dando seguimiento a la tristeza de una madre que perdió a su hijo con la que he convivido en sus alegrías y ahora en sus fatales tristezas que provocan el perder un hijo.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
Un hijo permanece de por vida,
el seno de su madre nunca olvida,
gran obra por el alma definida,
la que esperó con ansias su venida.
.....................................................
EL DOLOR MAS GRANDE DE UNA MADRE ES PERDER UN HIJO DE ESO NUNCA SE RECUPERA.
PLACER LEER.
SALUDOS POETA.
Muchas gracias amiga Alicia por tus agradables comentarios.
Saludos para tí y para la gente de tu bello estado de Chihuahua.
Excelente manejo de esta novedosa Rima, Pedro y sobre un tema desgarrador, sin duda alguna. Te felicito, y te deseo mucho éxito durante el 2020
Muchas gracias amigo Fabio, te deseo que este nuevo año sea muy exitoso para tí y tu familia.
Saludos.
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