A veces,
pienso que soy un velero.
Sin rumbo,
navego.
Estrello la mirada
en tus pechos tiernos.
¡Soy un pervertido sin remedio!
Pero de buenos sentimientos.
Lentamente,
me pierdo en el mar de tus caderas.
En las estrellas,
observo
cada sonrisa tuya
que guardé en mi cabeza.
Luego,
pienso en tus nalgas
y se pica la marea. ´
Mi corazón,
se acelera.
Me sumerjo en recuerdos,
vuelvo a sentir el sabor de tus besos,
y…
todo se hace perfecto.
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Autor:
Rodrigo A. Alvarenga (
Offline) - Publicado: 30 de diciembre de 2019 a las 06:18
- Comentario del autor sobre el poema: En el mar, se pueden ver todas las estrellas. Y vos, mi amor, estás en cada una de ellas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
Offline)
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