“Llevo un deje de morriña en los tobillos”
ISABEL CYRENE
Estoy llamando a la puerta y es 30 de julio
responde mi perro dando ladridos
y el rocío arde en los techos de mi barrio
¡qué frías son estás horas!
No sentí jamás la añoranza del gris de los cerros
llenos de pies, de cementos, de luces.
La Ciudad de los Reyes
es una princesa demacrada de sucios trapos.
Tiene una forma esquelética de hacer democracia,
y el humo de los buses
de hacer más triste el cielo.
Ya todo me parece triste:
los coros de las iglesias
el motor de las motos
los jardínes escupiendo verde de sus entrañas
los escasos pájaros que cincelan las mañanas
los gatos moribundos de amor.
Yo estuve en la Plaza de Armas
repartieron Pisco con limón.
Era imposible contar las sonrisas
y no ver la ebriedad de los faros y bancas.
Todavía recuerdo la música
que bailaban las aguas de la fontana
y del intransitable Jirón de la Unión.
Sigo llamando a la puerta
golpeo esta vez con el corazón
y resuena el día -30 de julio-
hace dos días los más nacionalistas izaron la blanquirroja
en sus pechos ondea una bandera que soplan soldados y fusiles.
Es 30 de julio
y mi novia – la virgen orgullosa-
con cruel desgarro soltó lágrimas,
la última lluvia de amor que me mojó.
Ella no sabe
yo lloré aquel septiembre mientras besaba sus senos
y mis manos jugaban a esconderse en las costas de su cintura.
Era cierto que no seríamos los mismos de antes.
Se va julio
precipicio de recuerdos
hoyo de las mejores cenizas.
Tomo mis maletas.
Disfruté siendo un don nadie en Santa Cruz
y en Asunción me asusté por no saber quien era.
Lima 2006 – Milán 2010
- Autor: Adrian VeMo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2010 a las 01:20
- Comentario del autor sobre el poema: He pensando en retirarme, anda enclenque la inspiración. No he llegado a ningún acuerdo conmigo mismo, pero de ser así ya me siento tranquilo después de haber escrito esto que hace años quise hacerlo. Gracias.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 141
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla, Luis Rayo, Alejandro, Elo, Eugenio Sánchez
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