Sentarse a la mesa es fácil, al igual que es fácil entrar en la ducha, ni siquiera hallo dificultad alguna en atarme las ligas o tender la ropa. Ver la televisión, aparte de ocio es un quehacer poco complejo. Es curioso, pero en este tipo de actividades aparentemente activas acabamos siendo sujetos pasivos que se incorporan a la rutina, pero ¿qué alternativa nos queda? ¿no hacerlo? Somos eso en lo que permanecemos, y no habrá cosa más longeva que el hecho de que tengamos que alimentarnos, ni siquiera nuestro linaje durará tanto. Mientras pienso esto, noto una especie de vacío en la zona inferior del abdomen. Desasosiego existencial. La verdad es que no. Simplemente hambre. Porque al final soy eso, el hambre y cuatro estados más.
- Autor: Andela ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2020 a las 18:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Yamila Valenzuela, mariapdfoxa
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