Cantan los pájaros las horas que rompe un viernes el reloj.
Es curioso verlos sufrir,
ver como ronca la tarde mientras llora en silencio sus pechos
y sólo pueden cantar,
cantar y nada más.
Llevan sus ojos de noche clavel
la tristeza,
la luz de un faro que la pupila tenue ignoró
y que sin embargo ahora son sus destellos el día.
Y vuelan,
sobre las desmayadas hojas de un guayabo vuelan,
atraviesan las feroces sombras de las casas,
la de los pasillos, el ácido aroma del olvido,
una tierra enferma que medio riñe a podrir
Y solo pueden cantar,
cantar y nada más.
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Autor:
Delio Jurado (
Offline) - Publicado: 7 de enero de 2020 a las 00:33
- Categoría: Triste
- Lecturas: 14
Offline)
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