El bálsamo suave de tu piel que derriba los temores de mi sombra
Incendiando con pasión la blanca noche entre tus sábanas
Me desvanezco lentamente hacia la nada, extraviando mi rostro en tus entrañas
Temblores, espasmos, contracciones lúdicas sobre tu vientre
He de esculpir tu silueta con el buril húmedo de mis labios sobre los tuyos
Seré como el mar joven, acariciando la tibia arena de tu cuerpo en calma
Subiré el acantilado, para batir mis alas, volaré libre sobre tu torso ingenuo
Y arribare a tu playa, para dejar mi huella casta, sobre tu piel de niña.
Nos haremos mar, seremos quietud y ola, horizonte infinito de pasión y anhelo
Esperaremos la noche para reposar en ella, navegando silentes en la quietud de nuestras sombras
Descubriremos la mañana, despertando el aroma cálido de tu piel con mis caricias
Seremos hoy cenizas que transmutan en llamas, para encender la vida con mis versos y tu mirada
Desde la lejana orilla, contemplaremos el sol poniente que nos cubre y abraza
Nos acariciara la ola, regresando húmeda a tu vientre y tu sosiego
Tendidos sobre la arenilla, la luna será corona entre un cielo de estrellas
Y tomados de la mano, en total entrega, seremos navegantes solitarios del amor y del deseo
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2020 a las 17:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios1
Precioso!
Apapacho querido José.
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