Ya no basta con repudiar, quejas al aire mes con mes, es una molestia mirar las estaciones del año, tan repetitivas como la primera vez.
El invierno hiela las hojas, y la primavera con su temperatura febril, encima el otoño abundante en intemperancia le arrebata un poco de vida a los árboles.
Y el verano, el tiempo más odiado, al menos en mi apreciación, pues fue la estación en que te perdí, quizás fue una conspiración del tiempo, o sólo mi terrible error.
Si pudieras inventar una estación en el año en donde fuera abundante el perdón, donde las aves no tuvieran que emigrar, donde yo volviera a ser feliz.
La felicidad fuiste tú, no la lluvia creando matices entre nubes grises y cielo soleado, no fue la comodidad de un bello jardín, fue la alegría de tener tu presencia tan cerca de mí.
Los atardeceres ausentes de placeres, con sed de justicia me llevan al anochecer, carente fantasía. Fatídico insomnio y realidad.
He lastimado el amor, quizás el no existe remedio ni manera de revertir las palabras de horror. La estación cambió, la frialdad de nuevo se apodera de mí.
Nada florecerá sin tu existir, las hojas no podrían sobrevivir, porque la templanza eres tú, la calidez fue desapareció así . Fui cobarde como ave rapaz, mostrando lo peor de mí, cuando sólo me diste lo mejor de ti.
- Autor: Fernando? ( Offline)
- Publicado: 9 de enero de 2020 a las 04:57
- Categoría: Triste
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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