HOY MIRO ATRÁS...

Hoy miro atrás y repaso el camino andado
para volver a seguir a las huellas del destino.

Y es que muchas veces, caminamos,
marchamos por la vida,
en un viaje sin retorno
y, estoy seguro de que esas veces, lo hacemos,
sin saber la estación y el destino.

El viaje tiene muchas paradas y nos detenemos
en ellas.
También hay muchas preguntas que vienen a la cabeza,
y no paran, no están quietas,
vuelan y se incomodan al no obtener respuestas,
esperan que les prestemos atención,
que sepamos que están presentes,
que son como los latidos del corazón
y que esos suspiros de los labios
corresponden al silencio de las almas
y a las brumas que no saben traspasar
para llegar a sentir el eco,
al que, un día, lanzaron sus preguntas.

Pero ¿cómo hablar del amor?,
¿cómo expresar la poesía?...

En los poemas se puede hacer un discurso fácil,
lleno de romanticismo y ternura,
porque las letras todo lo aguantan.

¡Pero no, no es eso lo que quieres!, ¿verdad?...

En realidad, las composiciones no son suficientes,
carecen de sentido y eso no importa,
las respuestas que pides son otras,
son esas que se esconden en el alma,
son las que hacen suspirar sin saber los motivos,
son las que arrancan un susurro invisible para enviar
a los dioses,
son las miradas de los cielos con sus ojos nublados,
son las legañas de los versos
y las gotas de sangre que los cubren,
son el cáliz y el sedante que precisan
los labios tan sedientos,
es la brisa que aviva los recuerdos
y es el beso insuperable del nordeste,
y eres tú, la mariposa que ahora pasas
y que alegras a mis ojos con tu vuelo...

...Hoy miro atrás y al repasar el camino andado,
te veo "mariposa", ¡me sigues y te sigo
en estos versos...!

Rafael Sánchez Ortega ©
02/01/19