Desde un volver.

Las ganas se congregan
inmóviles
ante siluetas
sin olvido
que muestran su rostro
atiborrado de vida
y vinos nuevos
suspiros
y silencios
que permiten
al sabedor intuir
lo que sucede
y acariciar sin temor
la metamorfosis
de los proverbios
sabiendo
que el amanecer
subirá por las paredes
asegurando
la continuidad
con sus
sonidos vivos
que elevan
la calidez del aire
e incuban
el trashumar
de las palabras
para que caigan
una a una
hacia tu presencia
en éste instante
solitaria de mí
prediciendo
que nada muere
siempre que el volver
afile sus señales

Eduardo A. Bello Martinez
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