Las margaritas de Hilda Lucia

Las margaritas de Hilda Lucia

Hoy, como los anteriores cinco eneros,
han vuelto a florear mis margaritas amarillas.
He tomado a la mas bonita,
a costa de deshojar sus pétalos,
y preguntando si me quieres o nó,
los he ido lanzando por encima del hombro,
sin mirar atrás, por un camino que jamás repetiré.

Justo cuando iba a preguntar de nuevo,
con ansiedad adolescente: no me quiere ?
al ver que solo uno allí quedaba, decidí callar,
no pregunté nada esta vez,
tome la lastimada flor y la guarde,
en el bolsillo de mi camisa,
justo encima del corazón.

Hay respuestas, que es mejor no conocer.

Junté las sobrevivientes margaritas
y las até con un cintillo encarnado,
dicen que significa pasión...
me dirigí a tu casa y como cada año,
arrojé al balcón el ramo,
con un beso enredado en los romeros,
que puse, para hacerlo mas digno de ti.

Despertarás y al abrir tu balcón,
para llenar de fresco aire tus pulmones,
mientras cubres de sedas tu aún tibia desnudez,
recogerás el ramo, aspirarás su aroma
y recordarás nuestro furtivo beso,
en aquel lejano agosto...
hace mil seiscientos seis, nostálgicos dias.

Hay juramentos, que es mejor no hacer.

Sabrás que mi promesa de amor eterno,
sigue viva en mi alma de bohemio,
mientras tu sigues recorriendo el mundo,
sin intentar siquiera, olvidar mi nombre.
Feliz cumpleaños, mi preciosa dama Antioqueña,
que Dios siga iluminando tu camino,
y la vida siempre le de motivo a tu sonrisa.

Solo te pido que al final de cada jornada,
no olvides lanzar tu beso a la coqueta luna,
que ha sido siempre mensajera y vigía,
ella, cuando reciba el mio,
los adornará con su mágica energía
y trucados, nos los devolverá envidiosa,
porque ni el sol la ama, con este amor del alma.

Ron Alphonso
17 de enero de 2020