EL DESENCANTO

Jose Luis Posa Lozano

 

Saltó la alarma, nos sobresaltamos,
los noticiarios la hicieron sonar,
en los escaños, en los ministerios,
y en La Zarzuela algo andaba mal.

Sonó la alarma en nuestros corazones,
se hizo un silencio de quietud mortal,
no hubo disparos en el parlamento,
solo navajas en la oscuridad.

No hubo tejeros,rifles ni tricornios,
no entró Espartero montando un alazán
solo los ecos de la pantomima
reverberaban queriendo estallar.

Las alas negras revoloteaban
-buitres hambrientos en la oscuridad-
buscando sangre, amenaza y odio
y unos escaños donde defecar,

Y las gaviotas compartieron nido
voto,carroña, corrupción, botín,
se repartieron visceras, despojos,
gritos, gruñidos zafiedad sin fin...

Todos sabemos desde aquella tarde
que algo en el aire se dejó sentir
nadie lo ha visto nadie lo ha tocado
pero sabemos que él habita aquí.

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