Comencé a hablar sobre ti,
a escribir
de tu sonrisa desaliñada
de tu diente manchado
y el escondite de tu frente detrás de tus rizos
Los rizos donde he caído
como un tobogán
como una resbaladilla sin fin
Viajar en el espiral castaño
para convertirme en nómada
de tu cuerpo
y volverme ermitaña
a razón de querer hospedarme
en tu ombligo saltado
Azúcar morena
que se disuelve en mí
cuando me conviertes
en la cascada más agitada
Desdibujar tus lunares,
taparlos con mis yemas,
como cuencas.
Besarte los ojos que son río
cuando te digo que tengo que partir.
Aunque no quiera irme.
Llueves tras tus dudas,
y me desnudas cuando me pides
que te hable de mis inseguridades.
No las entiendes,
pero las conoces.
¿qué mayor intimidad hay en ello?
Si te digo que cuando te quiero,
también tengo miedo...
Me aplastas de besos
y aunque me fastidia tu amor de niño desconsolado
no quiero que te despegues de mis mejillas frías
y continúes la historia
de la última vez que viste a tu madre.
Tus atroces luciérnagas encendidas color ocre
enredadas de ternura, que me hacen decir:
Yo te quiero.
A ti.
Yo
te quiero.
Tus ojos son río cuando sonrío
la carcajada ahogada del día
el beso que quedó atrapado en la sonrisa
encarcelado en mis dientes amarillos
impidiendo su salida, para no dejarte ir.
- Autor: Nadia Almazán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2020 a las 12:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Yamila Valenzuela, Vogelfrei
Comentarios1
me fastidia tu amor de niño desconsolado
Azúcar se disuelve en mí
cuando me cascada más agitada
hermoso.
Con cariño
JAVIER
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