Déjame ver
tus ojos tan preciosos
para soñar.
Iré con ellos,
allá donde tú vayas,
con tu mirada.
¡Y tu sonrisa,
la buscaré en el pliegue
de tus pupilas!
Hoy no sonrío.
Hay llanto en la mirada,
y hasta dolor.
Me duele el alma,
quizás porque me abraza
la soledad.
Pero la vida,
que sabe de caricias,
es inflexible.
De todas formas,
la vida continúa
y voy en ella.
Por eso avanzo.
Me guardo los suspiros
y tantas lágrimas.
Hay que vivir.
Sentir cada segundo
y amarlo tanto.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2020 a las 08:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Alexandra L
Comentarios1
Bellos versos los que nos comparte, amar la vida y continuar, con todo lo que entrega, con todo lo que niega. Placer de lectura.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Gracias por tus palabras, Alex.
Un saludo y feliz día.
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