Suelta mi mano

Fernando?

Cómo hacer que todo se detenga, para contemplarte y que nuestra noche sea una experiencia eterna.

Si sonríes así, si parpadear es un desliz y encima de todo, afirmas que tu felicidad depende de mí.

Te correspondo, a ti pertenecen mis pensamientos de afecto, aquéllo llamado amor; es nuestra mayor comunión.

El origen de un sentimiento extraño, de sentir el frío cada vez más lejano, es tu calor, alma de vida.

Intento saber, el por qué me comporto como un extranjero en mi propio suelo. Será que me haces sentir extraño.

Al abrazárme fuertemente, dejas en mí tus huellas indelebles. No lo hagas, no es bueno para mi corazón.

Debes marcharte, déjame ir, pues mi frialdad podría acercarte a un invierno prematuro, inmerecido para ti.

Sueltame mi mano, libera mi mente, no es necesaria esa parte del amor, extraño un latido rocoso, por favor.

No fue el viento, no fue el invierno, aléjate, para que mis manos insensibles no enfríen tu cálido corazón, amor.

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