QUE NO SE OCULTE EL ANDAR

QUE NO SE OCULTE EL ANDAR

Que no se oculte la Luna,

en los desvaídos sueños.

Anhelos en blanco y negro,

ensombrecidos y secos.

Que no se oculte la hambruna,

con sibilinos señuelos,

eclipsando la miseria,

con muros de odio y recelo.

Palabras que solo flotan,

sin propósitos ni hechos.

No se tapen los harapos,

ni los ojos para verlos.

Caminos libres y honestos,

sin trampas ni vericuetos.

En translúcidos senderos,

diáfanos y sencillos,

se encamina la verdad,

limpia, orgullosa, sin mitos.

En sus pasos el sentido,

de lo profundo y lo bello.

En su acento honestidad,

en lo auténtico y sincero.

Que no se oculte el placer,

de saber y conocernos.

Nutrido conocimiento,

de lo profundo del ser.

Que no cubran las miradas,

con simulados espejos,

que devuelven la verdad.

Cubrir los labios sinceros,

privando su libertad.

Que no se ciegue al autor,

que nace libre en su pecho.

De sangre nueva senderos,

ágiles rutas sin cepos.

Miradas como rimeros,

de auténtica libertad.

Amor sin suelo ni techo,

que impidan su realidad.

En la profunda amistad,

sentimientos verdaderos.

Que no se oculte la mano,

de a quien levanta del suelo.

Libertad que sola nace,

de la vida en su principio.

En la verdad de su carne

y en el sonar de su ritmo.

En el crisol de sus órganos,

de puro nacer, sentidos.

En el alma y en el aura,

que transporta su destino.

A.L.

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24/01/2020