Casualmente caminabas por ahí; radiante, invitándome a preguntar qué había sido de ti y tu andar...
La espontaneidad no se hizo esperar, comenzamos a charlar. Sin darte cuenta, mis ojos se perdieron en tus labios.
Fue un gozo contemplar cada detalle singular; esas pupilas, que erizan la piel.
¿Es casualidad? No quisiera adivinar, pero eras como un diamante, al que el sol hacía brillar.
Si deseas amarme, en esta ocasión no me resistiré, en cambio, mi transparencia me describirá.
El juego del amor podemos intentar, es un placer hecho para los dos. Esto jamás se prestaría a la casualidad.
Si deseas que inicie la magia, tanto como yo, los lapsos de la vida, nos obligan a jugar al azar.
No es placentero, pero es el riesgo en el juego del amor, en donde la derrota significaría un triunfo.
Tocarte, mirarte, amarte. Besarnos, es una muestra de azar, ambos perderemos, pero el amor será sólo tuyo.
Qué decida el azar. Un enamorado soy, el afortunado, que casualmente siguió cada uno de tus pasos.
- Autor: Fernando? ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2020 a las 08:57
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Melanie Gutiérrez, alicia perez hernandez
Comentarios1
MAGIA DE AMOR EN TU BELLO ESCRITO.
SALUDOS POETA
Gracias siempre por tan amables palabras. Un saludo para usted.
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