Frecuentemente asistida
la muerte anda rondándome
es una anestesia lenta que
pretende asesinarme, funesta
y orgullosa, genera
flamas belicosas, estampa
su figura siniestra en mi cuerpo
un incienso purificado de trampas
y desconsuelos. Yo miro
observar a la muerte mis ojos,
descender de la decrepitud de una estrella
los labios más sonrojados que pude observar,
y entre mentiras y ególatras ladinos,
mi acequia se llena de símbolos.
Miro las calaveras de altruistas genios,
solitarios en sus avernos de buitres cansados,
amaneciendo siempre por el cielo, y
las pesadas pestañas se me cierran
en un completo ciclo de vida y dolor.
Las raíces cada vez pesan más
su solitaria lumbre de congoja
las lágrimas que eludieron una locura pertinente
la rebeldía más locuaz sobre mesas de mármol
y mis lágrimas pesan más que la acumulación
de agua y serpientes.
Miro de cerca, las avenidas silentes, el conflicto
de los barrios próximos, y hay más belleza
en los ojos cuando supuran tenues angustias.
Miro de cerca mi voz, lo único que me queda.
Y se encierran en mi cuarto, los sones beatíficos,
el dolor, la angustia, todo queda superado, como
por la flor, la tenacidad enrizada del tallo.
Frecuentemente lloro, y se me enervan
las venas, y hay un complejo de llaves que
a tiempo, para mis lágrimas, llega.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2020 a las 11:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
Comentarios2
...esa línea final sabe a rescate, cuando caemos en ese declive emocional..
Genial poema..
Gracias amigo Syol, bellas palabras me dedicas. Un gran abrazo desde este litoral!!
LA MONOTONÍA NOS LLEVA A SENTIR ESA TRISTEZA QUE DESCRIBES EN TUS VERSOS.
PLACER LEER. SALUDOS POETA
La tristeza es un sentimiento tan normal, gracias amiga Alicia, un saludo cordial!!
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