Soy un verso suelto.
Me precio de ser un verso suelto, y me vanaglorio.
Vuelo a mi antojo entre un mar de vientos,
un mar de marejadas que amenazan con tumbar mi nave,
sin siquiera virar la quilla.
Vuelo los siete mares y vuelvo a Ítaca al abrigo del hogar.
Vuelo y vuelvo, vuelvo y vuelo para volver a volver.
Voy y vengo porque tengo donde volver y donde ir.
Sin el descanso del nido que me espera no podría ser verso suelto,
sin un dorso donde pasear mi caricia, un respaldo a mi asiento, un pañuelo
a mi llanto, un verso que desparrame el ingenio, suelto, vengo, Ítaca, viento, hogar, vuelvo...
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