Y en esta angustia que despierta en mis mañanas,
reconozco que es tu nombre el que falta,
que la mano que me sostenía no es la del brazo que me abraza.
Y la angustia me sigue y me acompaña cada día se cala más más en mi cama.
Ayer entre la niebla oscura de la lluvia que avisaba
me apareció tu silueta mientras miraba por la ventana
y una vez más no eras tú, tú no estabas.
Y tus besos los encuentro en el rocío
cuando salgo temprano en la mañana
desde entonces las noches se me hacen eternas esperando el alba.
Y yo sigo buscando tus manos, tus abrazos, tu silueta, tus besos
y me sigo encontrando con almas vacías disfrazadas de buenas.
No te pido que regreses, ya no, no quiero que vuelvas,
solo quiero que te lleves esto que atormenta mi alma y embriaga mis penas,
llévate esta mi angustia Y deja mis mañanas serenas.
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