Quisiera parar el tiempo cuando estoy con vos pero no puedo ser egoísta y perderme otro día iluminado por tus ojos cafés.
Quisiera callar y sólo mirarte durante horas pero prefiero cerrar mis ojos, besarte y dejar de ver y sólo sentir pecho con pecho, boca con boca y aliento con aliento.
Quisiera desnudarte y pintar tu cuerpo en una posición licenciosa, contorneando tus curvas en papel pero prefiero esculpirte con mis manos y tallar una imagen en mi mente y ver todos tus gestos mientras el placer se desata cuando hacemos el amor.
Quisiera encenderte y aspirarte cual buen cigarro pero prefiero que la pasión que nos consume encienda mi tabaco entre las sábanas y que mi cuerpo se deshaga de lujuria como la ceniza gastada.
Quisiera verte en todos los rostros de mujer aunque eso significaría sonreírle a la multitud y prefiero cocer mis labios y pegarme los párpados y llorar y escupir sangre pero por esa mujer que camina en los tejados de mi mente, la que deja escarcha en mi boca después de besarme y perderme un beso tan brillante sería como mezclar el café con agua.
Marco Antonio Saborío Parreaguirre.
- Autor: Marco Antonio Saborío Parreaguirre. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2020 a las 07:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 50
Comentarios1
Una buena paradoja de los deseos, cuando nos atrevemos a pensar en ella.
Saludos cordiales.
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