MI RENDICIÓN

No sabría con certeza contar
cuantas guerras he librado en mi andar
con cuantas cicatrices me han marcado
cuantos golpes me han dado 
y cuanta sangre he derramado.

Y con seguridad he de tener
muchas batallas por librar
aún queda mucha sangre que derramar
muchas cicatrices que me marcarán
pero últimamente
mi agotado cuerpo
no se siente como aquel libertador.

He entendido que, aunque nunca me he retirado del campo
creo que hoy es tiempo de alivianar el escudo
hoy se hace pesado
mi espada sin filo ha quedado
y las cloacas se han cerrado
he encontrado diablos 
y sin excusa se han esfumado.

Hoy retiro mi tropa
y me retiro el casco 
atisbe divisando mi presente que 
retirarse no es rendirse
ni ir en contra es transgredir
que mi cambio no es hipócrita
y que a veces derrumbar no es destruir.

Que estar en soledad no es apartarme
y que mi silencio no significa
que no sé qué decir.

Que a veces vale la pena frenar,
pero que ser cobarde no es sobrevivir.

Que a veces sumergirme en
pensamientos no es ahogarse.

Hoy entendí
que retroceder no es huir
y que ningún triunfo llega
aguantando el sufrir.

Que las cadenas no son eternas
Y que el yugo ha de desistir 
que el olvido no nos toca 
si por reminicencias hemos de vivir.

Que inmerso en mis cicatrices
y en esta guerra sin sentido
necesitaba liberarme de mi esclavitud
izar mis velas
sin ningún rumbo ni sentido
sin guerras ni batallas por concluir 

Hoy suelto mi escudo
y bajo la lanza
Me desprendo de mi sufrir 
hoy despúes de un tiempo
afirmo mi
rendición

Que hoy pongo fin a mi guerra
La que libre con tanta pasión 
ahora mis velas 
se alzan 
y mi
libertad
se 
empieza 
a 
escribir.