En un estanque
nadaban unos peces,
tranquilamente.
Tú los mirabas,
absorto con tus sueños,
y los seguías.
Cruzabas mares,
océanos sin nombre,
buscabas puertos.
Pero los peces,
ajenos a tus sueños
también dormían.
Entre las aguas,
movían sus aletas
sin darse cuenta.
Giros y giros,
los ojos muy abiertos,
moviendo el labio.
Se pasa el tiempo,
la tarde se despide,
llega la noche.
Para los peces,
el día continúa,
siguen nadando.
Tú te retiras,
te marchas con tus sueños,
sigues vagando.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2020 a las 08:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios1
Un circulo de vida.
Buen poema querido Rafael.
Apapacho!
Gracias Yamila
Un abrazo.
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