En el silencio
había mil respuestas
para nosotros.
Fuimos a él,
buscamos sus palabras,
estremeciéndonos.
Eran caricias,
con versos y poemas
casi olvidados.
Nos convencieron
y fuimos de su mano
hasta el cuaderno.
Allí dejamos
la sed de nuestros labios
incandescente.
También quedaron
los versos caducados
y ya marchitos.
De aquel silencio
volvimos renovados
de paz y amor.
Paz en las almas
repletas de sonrisas
y de alegría.
El corazón
latiendo, desbocado
y enamorado.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 12 de febrero de 2020 a las 08:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., neosan, Texi, Yamila Valenzuela
Comentarios2
Me encantó tus letras y pasar por tu portal saludo desde Manta Ecuador
Gracias Mauro.
Un saludo.
Los silencios muchas veces son muy buenos para renovarse.
Buen poema mi querido Rafael.
Apapacho!
Gracias Yamila.
Un abrazo.
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