Dulciamarga voz en mi garganta,
clama a la esperanza,
mi cuerpo se marchita
y me sabe amarga la venganza.
Mi cabeza ahora quebrada;
estoy sola, un poco rota,
sólo escucho cuervos;
agonizan estridentes alaridos,
cuando estoy callada
expulsan deshechos latidos.
El cielo amenaza tormenta,
me siento vacía,
la sangre que sale de mi cuerpo
no es mía.
Ahora la noche pasa larga y lenta
entre sollozos y déspotas,
sometida a tortura infinita
tengo la vida corta
pero aún me creo poeta.
Comentarios2
Sigue creyéndolo para que continúes plasmando tus sentimientos en un papel y lo compartas con nosotros.
Heyy, yo también me creo poeta!! Jajajaja
Es lo que nos queda para llenar un poquito ese vacío
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