Me gusta ver
el faro de tus ojos
y su sonrisa.
Pequeña luz
que vibra en las pupilas
cobrando vida.
Anima el alma
la estrella que me anima
desde los cielos.
Me gusta estar
soñando, en el silencio,
entre tus brazos.
Aunque no puedo,
pensarte, sin mis brazos
en tu cintura.
Porque la sangre
precisa tus latidos
junto a los míos.
En ese instante
quisiera detenerme,
parar el tiempo.
Que esos momentos,
por siempre, prosiguieran
cada segundo.
Pero los sueños,
son sueños, simplemente,
y eso lo sé.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2020 a las 08:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: neosan, Yamila Valenzuela
Comentarios1
Vale la pena soñar; como siempre digo: Soñar alivia el alma y hace más liviana la vida.
Aunque si actuamos, esos sueños se pueden hacer realidad.
precioso poema mi querido Rafael.
Apapacho!
Coincido contigo, Yamila.
Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.